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Voluntariados educativos en el Tercer Mundo

24 de enero de 2022

La educación no es solo la llave para cambiar el mundo, en los países más pobres del planeta también es una cuestión de supervivencia. Hoy, en el Día Internacional de la Educación, repasamos algunos proyectos que ponen el foco en la alfabetización del Tercer Mundo como un primer paso para mejorar su situación.

La pandemia en África no solo ha segado la vida de miles de personas (Reuters reporta más de 233.000 muertes documentadas en el continente a fecha de hoy, pero se sospecha que son muchas más), también ha lastrado la vida de millones de niños y jóvenes que tuvieron que abandonar la escuela por el cierre de las aulas.

Esta prolongada interrupción ha provocado que, casi dos años después del inicio de la pandemia, a muchos niños se les niegue la posibilidad de seguir estudiando, bien porque sus padres han casado a sus hijas a una corta edad, porque los menores se han hecho cargo del sustento familiar o porque los grupos armados han aprovechado para reclutar a los menores en sus filas ante la falta de oportunidades.

De una forma o de otra, el parón educativo causado por la pandemia compromete el futuro del continente con el mayor porcentaje de población joven del planeta. Hoy, en el Día Internacional de la Educación, recordamos algunos proyectos de voluntariado que han participado en los IX Premios al Voluntariado Universitario que tienen como objetivo educar en el Tercer Mundo y devolver a estos países las oportunidades perdidas.

Educación para todos es un proyecto impulsado por alumnos de varias universidades en colaboración con la Asociación de Voluntarios Children of Africa, a través del cual se busca la construcción y equipamiento de seis aulas en un colegio de una zona rural de Kenia, para permitir que más niños de la zona puedan tener acceso a la educación.

Creación de un entorno favorable para el desarrollo académico en la escuela primaria de Mkonoo es una iniciativa en la que participan estudiantes de varias universidades junto a la ONG Maisha Roots. A través de este proyecto se busca rehabilitar cuatro aulas inutilizadas por falta de mantenimiento en una zona rural de Tanzania de modo que se puedan organizar clases de refuerzo para los niños de la zona y ampliar la escolarización de otros menores.

Objetivo Kashambya es un programa de voluntariado desarrollado por jóvenes de la Universidad de Navarra con el respaldo de la Fundación Tantaka. Este proyecto persigue que la escuela secundaria de Kabale, en Uganda, se convierta en un centro educativo oficial de modo que se puedan impartir clases lectivas para los menores. Además de colaborar en las tareas de adecentamiento de las instalaciones, los voluntarios que viajan hasta el país se encargan de desarrollar una metodología para mejorar las capacidades docentes de los profesores locales en física, química y biología, además de proporcionar apoyo sanitario a la zona.

Aunque no es un proyecto específico sobre educación, sí que hay un componente educativo detrás del proyecto 101 Parques. El proyecto, que cuenta con la participación de alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad Autónoma de Barcelona y la ONG Balloona Matata, consiste en dotar de parques infantiles a diferentes escuelas rurales de Zimbabwe. Los parques se construyen con materiales reciclados y permiten que los niños desarrollen y mejoren sus capacidades personales y académicas a través del juego.

Gracias a proyectos de voluntariado como estos, cada uno de nosotros podemos contribuir a romper con el ciclo de pobreza que oprime a millones de personas en todo el mundo y les aboca a un futuro sin oportunidades.

 

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