Voluntariados para luchar contra la pobreza infantil - Premios al Voluntariado Universitario
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Voluntariados para luchar contra la pobreza infantil

22 de febrero de 2024

La pobreza infantil es una de las realidades más desgarradoras de nuestro mundo actual. Millones de niños en todo el planeta enfrentan dificultades extremas, desde la carencia de alimentos hasta la privación de educación y atención médica adecuada. Sin embargo, no hace falta viajar a los países más pobres para ver los rostros de la pobreza. España es, según Unicef, el país con la mayor tasa de pobreza infantil y adolescente de la Unión Europea.

Uno de cada cuatro niños o niñas de la Unión Europea se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según se desprende del informe elaborado por UNICEF sobre ‘El Estado de la Infancia en la UE 2024’. En España, la cifra supera los dos millones y representa el 28% de la población infantil y adolescente, la tasa más alta de todos los países analizados.

La pobreza infantil sigue siendo una realidad desafiante en nuestro país. Ante esta situación, las entidades sociales juegan un papel crucial en la lucha contra esta problemática.

Los voluntariados dedicados a combatir la pobreza infantil en España se han convertido en un pilar fundamental para ofrecer asistencia directa a los menores y sus familias. Las iniciativas abarcan una amplia gama de actividades y servicios que van desde la alimentación a la educación, pasando por el bienestar emocional o el acceso al juego

A continuación, te contamos algunas iniciativas que han participado en los Premios al Voluntariado Universitario que tienen como finalidad atender las diversas necesidades de menores vulnerables en España.

Escuela de la Paz Madrid es un proyecto en el que colaboran alumnos de varias universidades madrileñas en colaboración con la Asociación Cultural de Ayuda de la Comunidad de San Egidio de España. El programa se concreta en proporcionar atención socioeducativa y familiar a menores en riesgo de exclusión social a través de actividades de refuerzo escolar.

Creciendo Juntos es una iniciativa en la que participan estudiantes de diferentes universidades madrileñas junto a la asociación La Torre de Hortaleza. El programa contempla diferentes líneas de actuación destinadas a favorecer el adecuado crecimiento de los menores del barrio madrileño de Hortaleza que se encuentran en situación de exclusión social. Utilizando como eje el deporte del baloncesto, la asociación reparte meriendas saludables a los niños que carecen de recursos, les ofrece refuerzo escolar y fomenta en los menores valores positivos a través de un ocio saludable.

Ruiseñor es un proyecto de mentoría en Cataluña a través del cual los voluntarios, alumnos de la Universidad Rovira i Virgili y la Universitat Oberta de Catalunya, ayudan a niños de entre 10 y 14 años migrantes y/o en situación de vulnerabilidad, a mejorar en el plano educativo, emocional y social. Los voluntarios universitarios acompañan a estos jóvenes una vez por semana durante todo el curso escolar y se convierten en referentes positivos para ellos. La iniciativa se realiza junto a la asociación Quilòmetre Zero.

La Asociación Sacapuntas lleva a cabo el proyecto Capicúa en la Cañada Real, una de las zonas más empobrecidas y deprimidas de España. Gracias a la ayuda de los voluntarios, estudiantes de varias universidades madrileñas, realizan actividades de apoyo escolar, alfabetización y ocio con el fin de que los menores de esta barriada mejoren en el plano académico y social y se mantengan alejados de conductas dañinas.

En Sevilla, alumnos de la Universidad Loyola comparten su tiempo libre con los menores del Polígono Sur. Junto a la Congregación de las Religiosas de Jesús-María, los voluntarios se encargan de realizar actividades de refuerzo académico destinadas a niños en exclusión social, así como de proporcionarles meriendas saludables y actividades lúdicas. Por su labor e involucración, el proyecto Creando vínculos recibió el primer premio en la VIII edición de los Premios al Voluntariado Universitario que concede la Fundación Mutua Madrileña.

La atención de los voluntarios es crucial para abordar las necesidades inmediatas de los niños y las familias que viven en la pobreza, pero su labor va más allá, ya que con sus acciones y actitudes están abonando la semilla que florecerá en un futuro.

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