Mujeres africanas, agraviadas pero no olvidadas

Pese a que la mujer en África es el auténtico motor del desarrollo social, económico y familiar, la amplia mayoría aún carece de derechos básicos como la educación, la sanidad o, incluso, la propia identidad. La invisibilidad de las mujeres en este continente, simplemente por su género, las aboca a una vida marcada por el sometimiento y la desigualdad.

El objetivo 5 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se centra en promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas, pero en realidad este objetivo no es nuevo. Muchas ONG trabajan desde hace años por hacer oír la voz de la mujer en África y dotarles del protagonismo que merecen en la sociedad. Por eso, hoy 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer, repasamos algunos de los proyectos de voluntariado que han participado en los Premios al Voluntariado Universitario de la Fundación Mutua Madrileña, con el objetivo de empoderar a la mujer y reconocer su papel como “columna vertebral” en este continente.

Paradójicamente, aunque la mujer es responsable del 85% del trabajo que se realiza en los países africanos, éstas tienen grandes dificultades para acceder a la financiación para poner en marcha negocios únicamente por su condición femenina. Precisamente eso es lo que trata de cambiar el programa de voluntariado Microcréditos a mujeres en Nikki, impulsado por la ONG OAN Internacional junto a varios voluntarios universitarios. Desde esta entidad actúan como avalistas de las mujeres, de modo que puedan acceder a los microcréditos en condiciones más favorables y puedan poner en marcha negocios locales con los que puedan salir de la espiral de la pobreza en la que se encuentran.

Uno de los pilares básicos para el empoderamiento de la mujer se asienta en la educación. Por eso, en el Centro Vocacional Kikaya, de la ONG Babies Uganda, trabajan en Uganda por ofrecer formación profesional a mujeres con hijos a su cargo. Con la ayuda de estudiantes de diferentes universidades madrileñas, se quiere dotar a las mujeres de herramientas para adquirir los conocimientos y la ayuda necesaria para poder emprender pequeños negocios o conseguir un empleo que les permita subsistir dignamente.

La actividad agrícola es uno de los principales cometidos de la mujer africana. A través del proyecto “Aumentando el empoderamiento de las campesinas de las islas Bijagós (Guinea Bissau)”, de la Asociación Solidaria Andaluza de Desarrollo,  se busca mejorar las infraestructuras de las huertas comunales trabajadas por mujeres agricultoras, con el objetivo de obtener una mayor y mejor producción.   

El otro pilar sobre el que se asientan la mayor parte de los programas de voluntariado que se desarrollan en el continente más pobre del planeta es la protección de la salud. Solo por una cuestión de género, las mujeres se exponen a una situación de malnutrición y de enfermedades, mucho mayor que el hombre; por no hablar de los riesgos de muerte asociados al embarazo o al parto. En el Centro de Acogida y Atención Integral de la mujer en Ankalika (Madagascar), proyecto impulsado por estudiantes de la Universidad de Valencia y de Alicante, junto a la Fundación Agua de Coco, se ofrece atención sanitaria a mujeres embarazadas y a los bebés con el objetivo de alargar su esperanza de vida.

Por su parte, el proyecto Promoción de la salud de la mujer en Makeni, Sierra Leona, puesto en marcha por la asociación Viva Makeni, junto a alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid y CEU-San Pablo, busca mejorar la salud de las mujeres en Makeni (Sierra Leona) a través de un programa de prevención y diagnóstico de cáncer de cérvix, la principal causa de mortalidad de las mujeres en este país.  

Estos programas son solo un ejemplo de lo mucho que se está haciendo (y se puede hacer) en África. Así que si quieres contribuir a crear un mundo más justo, igualitario y equitativo, te animamos a que te sumes a alguna de estas iniciativas solidarias.

 

 

 

Esta entrada se publicó en Blog el 08 marzo, 2021