Algunos lo tenían todo y lo perdieron, sus familias, sus amigos, su hogar. Otros nunca tuvieron esa suerte y no saben lo que es disfrutar de un hogar propio, lejos de la soledad y del frío. Es la historia de las más de 400.000 personas sin hogar que, se estima, viven en Europa.
Cada 23 de noviembre, diversas organizaciones europeas conmemoran el Día Europeo de los sin techo, personas con las que nos topamos a diario pero que, a veces, se vuelven “invisibles" para la mayoría de la sociedad por el mero hecho de vivir en la calle. Una realidad que se agrava aún más, si cabe, a raíz de la pandemia.
Para aquellas personas sin hogar que están atravesando una situación difícil en sus vidas surgen grandes proyectos de voluntariado que tratan de paliar la soledad, proporcionarles un sustento y devolverles la autoestima. Entre estas iniciativas destacan algunos programas impulsados por jóvenes universitarios a los que les mueve un mismo fin: hacer de este mundo un lugar mejor y ayudar a quienes más lo necesitan. “Desayunos solidarios”, “Caritativa Plaza Mayor”, “Boasemente” y “Apoyo a las personas sin hogar durante la pandemia del Covid” son cuatro buenos ejemplos de programas de voluntariado enfocados al apoyo a las personas sin hogar impulsados por estudiantes universitarios. Todos ellos se han presentado a la VIII edición de los Premios al Voluntariado Universitario, que concede la Fundación Mutua Madrileña para premiar la labor solidaria de los jóvenes y reforzar económicamente sus proyectos.
Te contamos más detalles por si quieres poner tu granito de arena:
Desayunos solidarios y Caritativa Plaza Mayor son dos programas de acompañamiento y apoyo a las personas sin hogar promovidos por universitarios madrileños. El primero de ellos, es una iniciativa realizada en colaboración con la ONG Cooperación Internacional, durante los fines de semana, que proporciona un desayuno y productos de higiene personal a este colectivo. El segundo, desarrollado junto a la Asociación Cultural Universitaria Atlántida, se ocupa de atender todos los viernes a las personas sin hogar que residen en el centro de Madrid, ofreciéndoles una cena, mantas y compañía.
Por su parte, “Apoyo a las personas sin hogar durante la pandemia del Covid”, promovido por estudiantes de la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández de Elche, en colaboración con la Asociación Conciénciate, es una iniciativa surgida a raíz de la pandemia y que durante el estado de alarma acogió a este colectivo en un polideportivo habilitado por el Ayuntamiento de Elche. Los universitarios acudían cada día a preparar las comidas, acompañarles e impartirles talleres formativos para facilitarles su inserción social y laboral y salir del círculo de la pobreza.
Nos trasladamos hasta Galicia para hablaros de “Boasemente”, una iniciativa de economía circular, puesta en marcha por la Asociación Social Boanoite junto a estudiantes de varias universidades gallegas, que contempla la creación de un huerto en el “Hogar BoanoiTE”, que persigue la autonomía alimentaria de los beneficiarios de este centro donde viven personas sin hogar, al tiempo que proporciona alimentos frescos a familias sin recurso de otros proyectos con los que colabora la asociación. Los voluntarios imparten, además talleres de horticultura, reciclaje y carpintería a los usuarios.
Esta misma asociación, que nació hace una década, se ocupa cada viernes de repartir chocolate, café y bollos entre las personas sin hogar que viven en las principales ciudades gallegas, se alzó el año pasado con uno de los premios de la VII edición con el proyecto “Boanoite”, un centro donde las personas en riesgo de exclusión social pueden descansar, sentirse en familia, buscar empleo o conseguir una prestación económica que les permita alcanzar la inclusión total.
Por supuesto, no podíamos pasar por alto la candidatura de la Asociación Bokatas, que con su proyecto “Centro de acompañamiento” obtuvo el primer premio en la segunda edición de los Premios al Voluntariado Universitario. Esta asociación, vinculada al “sinhogarismo” es una entidad creada por un grupo de jóvenes madrileños que desde el año 2017 decidió salir de ruta por la ciudad de Madrid al encuentro de personas sin hogar.
Gracias a iniciativas como estas los voluntarios hacen visible lo invisible y construyen un mundo más justo. Y recuerda que las buenas acciones, siempre tienen su recompensa.