Brillan delante y detrás de los objetivos de las cámaras y se sirven de su fama y éxito para abanderar causas benéficas y humanitarias. Actores y actrices, modelos, cantantes, presentadores, deportistas, influencers…, cada vez son más los rostros conocidos que sienten la necesidad de colaborar con las organizaciones benéficas, especialmente con aquellas vinculadas a la infancia y a otros colectivos vulnerables. Algunos deciden crear sus propias fundaciones para recaudar dinero y ayudar a alguna causa cercana a ellos o con la que se sienten especialmente comprometidos, o se convierten en Embajadores de Buena Voluntad, con el fin de ofrecer su imagen pública para sensibilizar y movilizar a la población. Muchos prefieren permanecer en el anonimato y aportar su granito de arena de una forma más discreta, sin hacer público su compromiso, y otros deciden hacer pública su colaboración debido a la gran influencia que ejercen sobre el conjunto de la sociedad.
Afortunadamente, la lista de personalidades que decide mostrar su compromiso con las causas solidarias para construir un mundo mejor y más justo no para de crecer. En el panorama nacional, los actores Marta Hazas y José Coronado, los presentadores Roberto Leal o Anne Igartiburu, o la periodista Sara Carbonero, son algunas de las personalidades que han optado por donar su tiempo y recursos a conocidas organizaciones benéficas.
En el ámbito internacional, UNICEF es la organización que acapara el mayor apoyo de celebridades a su causa, entre las que destacan Roger Federer, Lionel Messi, Shakira, Susan Sarandon, Orlando Bloom o Ricky Martin, entre otros. ACNUR cuenta también con populares embajadores como la actriz Angelina Jolie, el diseñador Giorgio Armani, o el presentador español, Jesús Vázquez. Este verano veíamos como el actor estadounidense Richard Gere llevaba víveres al barco de la ONG española Open Arms, que se encontraba a la espera de que le indiquen un puerto en el que desembarcar a 121 inmigrantes recogidos en el Mediterráneo.
Como decía Bob Marley, “ la grandeza de un hombre no se mide con la riqueza que tiene, sino con su integridad y su habilidad para afectar positivamente a los que están a su alrededor”.