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Acabar con el desperdicio alimentario desde el voluntariado

30 de junio de 2022

Mientras que 800 millones de personas pasan hambre en el mundo, cada año 1.300 millones de toneladas de alimentos se tiran a la basura, según cifras de la FAO. Reducir el desperdicio alimentario es una de las claves para acabar con la desnutrición. A continuación, te contamos varias iniciativas de voluntariado que tratan de revertir esta situación.

El problema del desperdicio alimentario se ha convertido en una preocupación a nivel mundial, tanto es así que la ONU lo ha incluido como uno de los ejes centrales para lograr el cumplimiento del ODS2: hambre cero.

Las cifras, cuando menos, sonrojan. También en España. Solo en los hogares españoles cada año se tiran a la basura 1.364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros por persona en 2020, según datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Mientras tanto, más de seis millones de españoles sufre pobreza alimentaria por falta de recursos y el 10,7% de la población recibe ayuda de familiares, de entidades sociales o de las Administraciones Públicas para acceder a la comida, según un reciente estudio realizado por la Universidad de Barcelona.

Con este escenario, no hacer nada no es una opción. De este modo, diversas entidades sociales han impulsado proyectos de voluntariado que promueven reducir el desperdicio de alimentos para dárselos a quienes más lo necesitan.

Tetuán Desperdicio 0, de la asociación Refood, fue una de las iniciativas ganadoras de los VIII Premios al Voluntariado Universitario. Cada día, los voluntarios organizan rutas para “rescatar” comida sobrante de bares y comercios de la zona con la que preparan menús saludables para los vecinos del barrio que lo necesitan. Desde que se puso en marcha este proyecto, los voluntarios han rescatado más de 10.000 kilos de comida que han servido para alimentar a más de 50 familias del barrio.

Los colegios suelen ser los lugares donde más comida se deshecha, por ello, un grupo de jóvenes de la Universidad Autónoma de Madrid ha ideado un proyecto piloto, junto a Cáritas, que presentaron a la pasada edición de estos premios.  El objetivo es crear una red de aprovechamiento con la que recuperar los excedentes de comida de los centros escolares de uno de los barrios más exclusivos de Madrid, La Moraleja.

El programa 1 Kilo de Ayuda de la Fundación Altius recoge diariamente excedentes alimenticios en hasta 70 establecimientos de la Comunidad de Madrid (panaderías, fruterías, supermercados, restaurantes...) para donarlos a familias que viven bajo el umbral de la pobreza. Desde que se puso en marcha el proyecto, la iniciativa ha recolectado más de 1.000 toneladas de alimentos, productos de higiene y limpieza, de los que más de un 80% han sido salvados del desperdicio.

Pero la comida no solo se tira en las tiendas, restaurantes o colegios, también se tira en el campo. Cada día, toneladas de frutas y verduras son desechadas antes de llegar a los lineales de los supermercados únicamente por su aspecto. Así que dar una segunda oportunidad a las frutas y verduras imperfectas es el cometido de la Fundació Espigoladors, una entidad sin ánimo de lucro que rescata del campo los productos que no llegarán a los mercados para donarlos a familias vulnerables.

Si antes ya sabías que con la comida no se juega, ahora ya sabes que tampoco se tira.

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